Querida M. Martíns:
Pax Christi
Lo que me dice del rezo del Rosario es una gran pena, porque la oración del Rosario es, después de la Sagrada Liturgia Eucarística, la que más nos une a Dios por la riqueza de las oraciones de que se compone, todas ellas venidas del Cielo, dictadas por el Padre, por el Hijo, y por el Espíritu Santo.
El "Gloria" que rezamos en todos los misterios, fue dictado por el Padre a los Angeles, cuando les envió a cantar junto a su Hijo recién nacido, y es un himno a la Trinidad.
El "Padre nuestro" nos fue dictado por el Hijo y es una oración dirigida al Padre.
El "Ave María" está toda ella impregnada de sentido trinitario y eucarístico: las primeras palabras fueron dictadas por el Padre al Angel, cuando le envió a anunciar el misterio de la Encarnación del Verbo: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Estás llena de gracia porque en ti reside la fuente de la misma gracia; es por tu unión con la Santísima Trinidad por lo que tú estás llena de gracia.
Movida por el Espíritu Santo dijo Santa Isabel: Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Si sois bendita, es porque es bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
La Iglesia, también movida por el Espíritu Santo, añadió: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Esta es también una orción dirigida a Dios, a través de María. Porque eres Madre de Dios, ruega por nosotros. Es oración trinitaria, sí, porque María fue el primer templo vivo de la Santísima Trinidad: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti, el Padre te cubrirá con su sombra, y el Hijo que de ti ha de nacer será llamado el Hijo del Altísimo".
María es el primer sagrario vivo, donde el Padre encerró su Verbo. Su Corazón Inmaculado es la primera custodia que lo guardó, su regazo y sus brazos fueron el primer altar y el primer trono en el que el Hijo de Dios hecho hombre fue adorado; ahí le adoraron los Angeles, los pastores, los sabios de la tierra. María es el primer sacerdote que tomó en sus manos puras e inmaculadas al Hijo de Dios, y lo condujo al Templo para ofrecérselo al Padre con víctima por la Salvación del Mundo.
Así la oración del Rosario es, después de la Sagrada Liturgia Eucarística, la que más acerca a los misterios de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad. Es el pan espiritual de las almas; el que no reza desfallece y muere. En la oración nos encontramos con Dios, y es en ese encuentro en el que nos comunica la Fe, la Esperanza y la Caridad, virtudes sin las cuales no nos salvaremos.
El Rosario es una oración de los pobres, de los ricos, de los sabios y de los ignorantes; apartar a las almas de esta devoción, es apartarlas del pan espiritual de cda día. Esa oración es la que sustenta la pequeña llama de fe que no se ha apagado del todo en muchoas conciencias. Incluso para aquellas almas que rezan sin meditarlo, el simple hecho de coger el Rosario les sirve para acordarse de Dios, de lo sobrenatural. El simple recuerdo de los misterios en cada decena es un rayo de luz más, que sustenta en las almas la mecha que todavía humea.
Por eso el demonio le tiene declarada la guerra. Y lo peor es que ha conseguido desorientar y engañar almas llenas de responsabilidad por el lugar que ocupan... Son ciegos que guían a otros ciegos.., y quieren apoyarse en el Concilio y no ven que el Sagrado Concilio ordenó que se conserven todas las devociones que, a través de los años, se han practicado en honor de la Inmaculada Virgen Madre de Dios, y uqe la oración del Santo Rosario es una de las principales a la que, al hacer lo ordenado por el Sagrado Concilio y por Sumo Pontífice, estamos obligados, esto es, debemos conservar.
Yo tengo una gran esperanza de que no esté lejos el día en el que la oración del Santo Rosario sea declarada oración litúrgica, porque toda ella participa de la Sagrada Liturgia Eucarística. Recemos, trabajemos, sacrifiquémonos y confiemos porque : "Al fin, mi Inmaculado Corazón triunfará".
LUCÍA
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