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quinta-feira, 27 de maio de 2010

Polémica en torno al tercer secreto de Fátima: dos tesis contrapuestas que circulan por el aire

26/05/10 Hace ya 10 años, la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en aquel entonces presidía el cardenal Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI) hacía pública una interpretación del tercer secreto de Fátima, que ha vuelto a cobrar actualidad, sobre todo, después de la visita apostólica del mismo Ratzinger a esta localidad portuguesa que fue protagonista, en 1917, de unos extraordinarios sucesos que tuvieron a la Virgen María como protagonista.
Llama la atención, sin embargo, que el actual Papa, contradiciendo el texto que él mismo firmó en 2000 y en el que se ofrecía una explicación del llamado "tercer secreto", haya declarado que éste mensaje de la Virgen "más allá de la misión de sufrimiento del Papa, que en primera instancia podemos relacionar con el atentado contra Juan Pablo II, en el mensaje de Fátima hay indicaciones sobre la realidad del futuro de la Iglesia". Y refiriéndose a los escándalos de pederastia dijo: "Hoy las mayores persecuciones contra la Iglesia no vienen de fuera, sino de los pecados que están dentro de la propia Iglesia".

Pero, ¿qué es lo que dijo hace 10 años la Congregación para la Doctrina de la Fe? "Los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del secreto de Fátima, parecen pertenecer ya al pasado. En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos, ya pertenecen al pasado. Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado. Fátima no ofrece este tipo de información".

La contradiccón es pues, más que manifiesta. Algunos apuntan incluso que fue el propio Juan Pablo II quien paró a Ratzinger para que éste no publicara el mensaje con su crudeza original con el fin de no asustar a nadie. Ayer mismo, el rector del Santuario de Fátima, el padre Virgílio Antunes, reiteró que no existe nada más por revelar del secreto de la Virgen de Fátima, cuya profecía "tiene que ser vista de manera abierta y no en estrecha relación con uno u otro acontecimiento de la historia".

Una tesis sostenida también por el cardenal secretario de Estado, monseñor Tarcisio Bertone, quien hace tres años, y ante los insistentes rumores de la existencia de un cuarto secreto aun por revelar, se veía obligado a declarar lo siguiente: "Las palabras del tercer secreto están contenidas en esas hojas y no existen otras palabras escritas por Sor Lucía sobre el tercer secreto. Las otras palabras han sido inventadas, formuladas por otras personas y no corresponden a los escritos de Sor Lucía". La "tesis Bertone" fue, de hecho, desmentida por Benedicto XVI durante su reciente intervención en el Santuario portugués.

Esos rumores apuntan que Fátima predijo ya la apostasía que sufre la Iglesia en el momento actual, en el que miles de católicos abandonan la Fe verdadera y dan la espalda a Dios. Deserciones en masa que desangran el seno de la Iglesia militante, que ve impotente como sus hijos caen el error y se dan a los placeres de esta vida sin tener en cuenta el valor inmortal de sus almas y el precio que tuvo que pagar el Redentor en la cruz.
Curiosamente, y en estos días, los miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) han emprendido una cruzada de rosarios con el fin de que el Papa Benedicto XVI cumpla uno de los deseos de la Virgen de Fátima y consagre Rusia a su Corazón Inmaculado. Al parecer, dicha consagración no se habría hecho en los términos concretos que pidió la Virgen, aunque bien es verdad que el Papa Juan Pablo II ya consagró el mundo entero a la Madre de Dios, aunque no en los términos exactos que pedía el mensaje mariano.
Dicha consagración, además, cuenta con una resistencia enorme en algunos sectores modernistas, que ven la devoción a la Virgen María, como una especie de "curiosidad", y que, en ocasiones, además de imposibilitar el diálogo ecuménico, en más una especie de "lazo" tológico decorativo más que otra cosa en la vida de los católicos. Y es que bajo la perspectiva de la "madurez de la fe" no se entienden muchas cosas, por ejemplo, la devoción a los santos. Sin duda, ambos rasgos distintivos del protestantismo más que otra cosa.

Sea como fuere la cuestión de Fátima está abierta, y es la Santa Sede a la que le corresponde publicar, íntegramente, su mensaje para ayudar así al conjunto del pueblo de Dios y dejar de decir medias verdades, que no hacen sino confundir y crear un cierto escepticismo ante los sucesos sobrenaturales bien recientes.
fonte:sector católico

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