Hijos míos,el Santo Rosario derrama muchas gracias para toda la humanidad.
Queridos hijos, vengo a repetir mi llamado de Garabandal, pero ahora para mi remanente fiel. Sean obedientes y dóciles al Espíritu Santo y sigan paso a paso mis consejos maternos para que el enemigo no los extravíe del Inmaculado Corazón.
Hijos míos, sean buenos, sean santos, sean perfectos en el amor a Dios, en el amor al prójimo, en el amor a vuestra salvación. Hagan mucho sacrificio, oración y penitencia para que el Sagrado Corazón de mi Hijo sea consolado.
Hijos míos, el Santo Rosario derrama muchas gracias para toda la humanidad. Cuando ustedes oran se ofrecen junto conmigo al pie de la Cruz, por eso la oración es de importancia para mi Remanente Fiel, porque orar es unirse a mi Hijo Jesús crucificado, es aceptarme como Madre al pie de la cruz, es convertirse en discípulos amados de nuestros Corazones Unidos.
Hijos míos, el mundo camina a la perdición a consecuencia de su ignorancia y rechazo a los llamados del Señor, pero vengo a llamar a los hijos de Israel, a los hijos de la Iglesia, porque no quiero que los seguidores de mi Hijo también se extravíen y se pierdan, sino que así como mi Hijo me confió la Iglesia primitiva, así también cuido ahora de la Iglesia peregrina.
Hijos míos, vivan mis mensajes, sean buenos, entréguense como hostia viva en sacrificio en el altar, beban con mi Hijo de la copa de Getsemaní para que vivan unidos a su Sagrado Corazón y se alimenten de su Divina voluntad.
Hijos míos, como yo les amo prometí tres grandes acontecimientos pero se cumplirán en la hora de Dios, mi resto fiel sólo obedezcan y confíen en mi vuestra Madre, que todo lo que os anuncio y el Señor envía es para bien de vuestras almas, Yo les amo, gracias por ser obedientes a mis mensajes. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fátima, Garabandal, Medjugorje, no han sido obedecidos, por eso el Señor me permitió dar los últimos llamados de Amor y Conversión a la humanidad para rescatar muchas almas
Queridos hijos, por intercesión del Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Arcángel San Miguel, San Gabriel y San Rafael, vengo nuevamente a repetir mi último llamado porque este pueblo es duro de corazón, soberbio de espíritu y no viven unidos a la Divina voluntad de mi Hijo.
Hijos míos, con vuestros santos rosarios destruid las barreras de satanás, orad mucho por las almas consagradas, especialmente por el Papa que sufre y que sufrirá mucho, también oren por Benedicto XVI que es mártir viviente de la Iglesia de mi Hijo. Oren por los obispos, oren por mis hijos predilectos los sacerdotes porque están ignorando a la Madre de Cristo Sacerdote, ignoran mis consejos maternos.
Con vuestro santo rosario en las manos, con la oración en el corazón y el Ave María en vuestros labios conquisten muchas almas para el Reino de Dios. Ayer les entregué una gracia especial a cada uno de ustedes, pero hoy pongo la armadura espiritual en cada uno de ustedes, una gracia intercedida por San Miguel Arcángel que él obtuvo con sus oraciones son depositadas sobre los santos rosarios que hoy traen a este lugar.
Hijos míos, oren, reparen y consuelen el Corazón de mi Hijo que está muy ofendido. El Reino de mi Amor Maternal se extenderá en muchos corazones, con la ayuda de mi Ejército de los últimos tiempos.
Fátima, Garabandal, Medjugorje, no han sido obedecidos, por eso el Señor me permitió dar los últimos llamados de Amor y Conversión a la humanidad para rescatar muchas almas, para reunir a mi remanente fiel y para consolar a mi Hijo que tiene su Cuerpo herido y que pronto también será fragmentado por la dureza de los corazones.
Hijos míos, yo les amo, les protejo y el Espíritu Santo con mi intercesión les dará luz para seguir el camino de la cruz, para seguir a mi Hijo, para vivir con nuestros dos Corazones en el Reino Glorioso. Gracias por unir sus pasos a nuestros Sagrados Corazones en el camino de la cruz.
desde mi Corazón Inmaculado brotan para ustedes ríos de agua viva del Espíritu Santo
Queridos hijos, los he traído para entregarles una bendición especial a cada uno de ustedes, desde mi Corazón Inmaculado brotan para ustedes ríos de agua viva del Espíritu Santo, porque les amo y el Espíritu Santo les ha escogido para que sean apóstoles de los últimos tiempos y conquisten el mundo para nuestros Sagrados Corazones Unidos, desde la cruz.
Hijos míos; hoy deposito una gracia especial en cada uno de sus corazones, una gracia para este fin de los tiempos. Invocad al Espíritu Santo, para que le preserve, la desarrolle, la aumente, cuenten con mi intercesión, en estos días le mostraré a cada uno de ustedes el gran misterio que encierra mi mensaje de Garabandal, les amo, les doy un beso en la frente a cada uno de ustedes, les cubro con mi manto materno, pueden ir en paz y que mi Hijo Cristo Sacerdote les dé su bendición.
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