Hijos Míos, para enamorarse del Señor es necesario enamorarse de María, conocer el gran secreto de María que es el Amor Infinito de Dios.
Queridos hijos, les llamo a refugiarse en el Inmaculado Corazón de María en estos tiempos de tribulación y de confusión. En el Corazón Inmaculado de María encontrarán la Paz y la Luz porque en su Corazón Inmaculado está Jesús, Rey de la Paz y Vida Eterna.
Hijos Míos, para enamorarse del Señor es necesario enamorarse de María, conocer el gran secreto de María que es el Amor Infinito de Dios. A través de esta Madre y Reina encontrarán el Camino y la Guía para ir al Sagrado Corazón de Jesús. Así, como el Espíritu Santo me lo iba indicando en mi vida de Nazaret con Ellos.
Hijos Míos, para llegar a conocer a Jesucristo primero deben conocer a María Santísima. Caminen por este Sendero de Amor que la Divina Voluntad le pide al Ejército Mariano, llegar a María para llegar a Jesucristo. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.
Hijos Míos, no desconfíen de Dios.Esperen en el Señor. Oren con paciencia. No den lugar a Mi Adversario, renegando de sus problemas y quejándose de sus situaciones.
Hijitos Míos, los miro con Ojos de Misericordia.
Mis Ojos Maternos están sobre cada uno de ustedes. Yo conozco bien las intenciones y los sufrimientos de sus corazones. Yo presento sus oraciones a Mi Hijo Jesús.
Hijos Míos, no desconfíen de Dios. Por muy oscuro que se encuentre vuestro caminar no desconfíen del Señor.Esperen en el Señor. Oren con paciencia. No den lugar a Mi Adversario, renegando de sus problemas y quejándose de sus situaciones. Sino más bien, ofrézcanse. Ofrezcan sus sufrimientos, sin medir. Totalmente ofrézcanse sin miedo y sin reserva. Porque el alma justa alcanza siempre la Misericordia de Dios.
Hijos Míos, estoy con vosotros. Les animo a seguir. Porque el seguimiento de Mi Hijo es el Camino del Calvario con la Cruz a cuesta.
Hijos Míos, oren mucho y carguen sus cruces, sin miedo y sin desconfianza. Ofrezcan sus sufrimientos por los pobres pecadores, por la Iglesia, por las almas que no conocen a Dios. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.